viernes, 30 de diciembre de 2011

ALEJANDRO

Penúltimo día de este dos mil once. Hacemos el recuento de lo bueno y malo, como dice la canción de Mecano, empezando la cuenta atrás para esa noche que no es sino otra noche cualquiera, un mero tránsito, y este año estoy heavy y ni uvas pienso tomar...
   Un dia ya y habrá acabado este periplo. Año regular templetillero, con un amargo regalo de reyes, con otra inesperada visita al hospital en marzo y en junio, y en agosto...Día inolvidable de marzo, primeras templecañas, horas mágicas que a todos os debo y agradezco. Días en Pamplona y Estepa, de los mejores, con la mejor gente. Horas de proyectos inconclusos camino de Chinchilla, de Valencia, para terminar en nada, en humo.
   Pero de lo mejor que ha tenido el dos mil once, y casi que lo mejor, si estableciese un ranking, ha sido la llegada de Alejandro, que es hoy por hoy el niño de mis ojos. Una personita, que no solo a sus padres, abuelos, tíos y primas ha traído la ilusión y la felicidad, sino a los que nos consideramos sus "tíos", nos hace volver a la ternura, a la alegría, a la vida. Privilegio que tengo de ver como crece, avanza, esperando ya que camine y que en no mucho tiempo se venga conmigo de la mano y vestido de manchego a la feria, que es una de mis mayores esperanzas, y que como sobrino adoptivo malcriarle con mesura y todo el afecto que le tengo.
     Mi querido Alejandro que llegaste con este dos mil once y a todos nos has traído un viento de infancia perdida y hallada y gozo en el alma: en nada, podremos escribir tu carta a los reyes Magos, porque ya se sabe que Papá Noel no existe, y jugar y compartir los momentos únicos que tu llegada nos regala. Con tus papis, maravillosas personas y mejores amigos, y con el universo que desde abril  has creado en la mejor de las constelaciones.
       Con todo mi cariño para ti, el niño más guapo de Albacete y del mundo mundial, de tu tío templetillo
     

1 comentario:

  1. Como tío y 'tito' que soy, te puedo comprender perfectamente. Aprovecha y disfruta de su niñez e infancia, porque pasará sin que os déis cuenta. Feliz año 2012 y que podamos soportarlo como hemos hecho con este puñetero 2011 que, gracias a Dios, ya nos deja.

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