Por no tener este año no he tenido ni Corpus. Esquivo y extraño está siendo este 2011 a todos los niveles. La semana santa casi en mayo y por ende el Corpus casi en julio, por poco. Y templetillo que parece que no tuviese derecho a nada de lo que le gusta, se ha quedado sin danzas, sin ver la moma y la magrana y sin degolla; y también sin preparativos de altares, colocación de flores, turnos de guardia, petaladas, y lo más importante, sin el reencuentro de amigos y el placer de vivir y revivir buenos momentos.
Y aunque casi siempre la custodia sale con sol y calor, esta víspera del Perpetuo Socorro, ha traído un domingo sahariano, asfixiante, bochornoso. Sin tiempo para mí, ni para mis cosas, sin poder ir de mi corazon a mis asuntos, tal vez porque mi corazón está cerrado y mis asuntos no son míos, pareciese que son los de los demás. Al menos me he puesto mi camiseta morada de la moma, que nadie como The Best bailó y bailará, por mucho que se empeñen advenedizas catedráticas de folklore ilustrado. Y he añorado como unca una cañita en la Trapería antes de una comida de tertulia y reunión de mis locos pasmeros y foreros.
Todo raro, todo diferente. Complicada semana, retorcidos días. Un nuevo reto a mi oratoria y mi inspiración me ronda, que como siempre afrontaré en silencio y soledad, porque mi gente, o quienes considero mis gentes tienen sus agendas llenas y es complicado que me hagan un hueco, tal vez no sea merecedor, o tal vez sí...
Me han mandado el vídeo de la novia que le canta al novio "quiéreme" en plena boda; eso es un golpe bajo en toda regla, porque vamos, en estos momentos, como está al patio haya que joderse. Si a mí me hacen eso, me derrito, aunque no fuese en Santa Ana de Triana, que es casi rozar la perfección.
Parece que corre airecillo. Lo mismo esta noche duermo y todo, y quien sabe si el sudor de nervios y preocupaciones se evapora, mientras la dama encapotada que empieza por "s" ronda y se apodera de mis cuatro paredes, de mis cuatro quereres, de mis cuatro sentires. Con mis ventanas abiertas y mis puertas cerradas.