Lo he vivido en verano, en invierno y en primavera. Tal vez debería ir en otoño, porque el otoño es una época preciosa del año, y ya casi es la época de la vida en la que me encuentro. Pasear por sus empedradas calles en cuesta, rumbo a la fortaleza vigía, santuario de la virgen blanca de la Victoria, que mira desde su hornacina a la ciudad. Iglesias impresionantes como Santa María, con suelo de recia piedra y cristos góticos, y arte, mucho arte. Patios de los palacios construidos con el oro de las indias, por aquellos soñadores recios, de tierra áspera, que cruzaron mares para conquistar, algo que a algunos nos cuesta, tal vez sea porque no sabemos ni cruzar un charco.

Dulce regusto de las perrunillas o las yemas de Pizarro. Hace tiempo que no vuelvo por la extremadura, como a tantos sitios, ya va siendo hora, aunque sea sin copiloto. Porque nadie necesita de nadie más que de si mismo. Asi que carretera y manta, y nos vemos en Trujillo, en la plaza, a la hora de comer.
En Trujillo, los huevos del caballo del espartero!.
ResponderEliminarY su buena comida!.
He tenido el placer de visitarlo y es un sitio encantador, merece la pena ir, nosotros paramos a la ida y a la vuelta de camino a Lisboa, y pasamos alli una noche, lo recomiendo, a mi me gusto muchismo.....
ResponderEliminarLa Polo
Es curioso que esté trabajando en temas de aquella zona desde aquí y no conozca nada de nada de Extremadura. Incluso creo haber reservado hotel alguna vez a mi jefe en Trujillo. Le voy a dejar caer lo de las Perrunillas o yemas de Pizarro, a ver si se le ve un detalle.
ResponderEliminarExtremadura....el nombre no concuerda con sus gentes, ciudades, pueblos o paisajes. Ese "extrema duris" (mas allá del Duero) san benito" dado en tiempos de guerras y reconquistas entre "quasi hermanos" unas veces amados, otras tantas odiados.
ResponderEliminarSolo conozco Plasencia (encantadora), Guadalupe (misteriosa y celestial)...y los pueblos de Cuacos de Yuste y Jaraíz de la Vera, de camino a esa ciudad que me atrapa cuando voy que es Lisboa.
Gracias por llevarnos de tu mano y tu teclado a Trujillo y llenarnos a la vez el estómago y el espiritu.
¡Trujillo! una visita encantadora con mi familia "disfruta en esa plaza"
ResponderEliminarNo puedo comentar este post sin llorar.
ResponderEliminar¡Que recuerdos!
Pepi